Álbum fotos

Y llegó nuestro XVI Encuentro Nacional de Veteranos del Sahara y fue Calpe, preciosa localidad del norte de la provincia de Alicante quien esta vez acogió a los veteranos y a sus acompañantes. Y lo hizo con el mismo cariño con el que siempre nos demuestran las localidades en las que celebramos nuestros encuentros.
Ya preveíamos que este iba a ser un encuentro diferente a cuantos hasta la fecha habíamos podido asistir, las circunstancias especiales vividas desde la fecha de nuestra última reunión nacional en Mojacar, allá por el año 2019, hacían presagiar que este iba a ser muy especial. Por un lado, la alegría de poder reunirnos con los compañeros, con los amigos, y disfrutar de su presencia, del abrazo efusivo y sincero, ello a pesar de cumplir con las medidas de seguridad vigentes y no desprendiéndonos de la mascarilla y guardar las distancias recomendadas, pero el mero hecho de vernos, de sentirnos cerca y saludarnos ya era un motivo de satisfacción. Por el otro la tristeza como contrapunto de esta reunión, la usencia de los que, desafortunadamente ya no volverán a estar con nosotros, pues si bien en cada encuentro hay ausencias puntuales, las de estos son definitivas. Se les ha echado mucho a faltar, todavía esperábamos verlos aparecer como tantas veces, con esa vitalidad desbordante que tienen o tenemos los saharianos cada vez que nos reencontramos, a pesar de que las nuevas incorporaciones han dotado esta reunión de nuevos asistentes que se han integrado plenamente en nuestro colectivo. Pero como dice la canción de Alberto Cortez “cuando un amigo se va, deja un espacio vacío, que no lo puede llenar la llegada de otro amigo”.
Como en ocasiones anteriores, los compañeros de la Junta Directiva se han volcado en su deseo de procurarnos un buen encuentro y una vez mas, parece que lo han conseguido. La elección del Hotel ha estado muy acertada y hemos podido disfrutar del mismo casi en exclusiva. La puesta a disposición de los veteranos, de forma gratuita, del tren turístico es otro punto favorable. Y llegamos al acto central de todos nuestros encuentros, esta vez fue Comida de Hermandad y merece un capítulo aparte.
Empezando por el enclave del restaurante, con un lugar idóneo para hacer las fotos de grupo ya habituales y seguido por la belleza del salón donde íbamos a celebrar el ágape, la perfecta distribución de mesas y el detalle para con las señoras con la entrega de una bella flor. Luego una vez todos a la mesa, se nos presentó un estupendo menú que fue del agrado de todos los comensales, y como viene siendo habitual y gracias a la generosidad del amigo Martínez Esquius, degustamos su delicioso cava. A los postres y como reconocimiento a esa generosidad y a su ingente labor en pro de la celebración de estos encuentros, se le hizo entrega por parte de la Asociación, de un mas que merecido galardón. Posteriormente se hicieron entrega de los diplomas a aquellos nuevos compañeros que aún no lo tenían y aquí se abrió el paréntesis en la celebración.
Llegó uno de los momentos álgidos de la velada, se pidió un minuto de silencio, respetuosamente seguido por todos, mientras bajaba la intensidad de la luz de la sala y por la megafonía se oían las notas de la canción “La muerte no es el final”. Sus acordes fueron seguidos por muchos de los asistentes, creando un perfecto coro que provocó nudos en las gargantas y lágrimas resbalando por las mejillas de hombres y mujeres que en ese momento de comunión colectiva, recordaban al amigo, al compañero que ya no nos acompañaría físicamente, aunque su recuerdo perdurará por siempre en la memoria de todos nosotros.
Y pasado este bello momento de recuerdo y recogimiento, los veteranos fueron agrupándose por cuerpos y armas de destino, entonando canciones repesentativas de cada uno de ellos.
Finalizado el acto, los autocares nos trasladaron de nuevo a nuestro “Cuartel General”, a descansar de tan ajetreada jornada.
Aun quedó otra actividad reservada para la mañana del domingo, una excursión a las localidades de Guadalest y Altea y con ello se puso punto y final al encuentro propiamente dicho, aun quedaron horas por delante para seguir con las charlas entre amigos y las primeras despedidas.
Ha sido un bonito encuentro, un encuentro emotivo y diferente y nos queda la tristeza de su final, pero sabemos que los compañeros de la Junta Directiva trabajan ya en la preparación del que esperamos disfrutar el año próximo, compañeros a los que tenemos que felicitar por su magnífica y desinteresada labor como siempre por y para los veteranos. En este encuentro han sabido estar muy por encima de las circunstancias dada la incertidumbre y la premura de tiempo creadas por la situación sanitaria. Ha sido un placer asistir un año más a la cita con los compañeros de entonces y los amigos de ahora. Guardaremos en el petate de nuestra memoria los bonitos momentos pasados.

Un fuerte abrazo a todos.
Fernando J. de la Cuesta
Villa Cisneros 1969

Álbumes de fotos.

Videos.

Asamblea General.
Video: Serra Congost. Joan

Comida de Hermandad.
Video: Serra Congost. Joan

1.- …bailes.
Video: López Pérez, Miguel.

2.- Homenaje a los fallecidos.
Video: López Pérez, Miguel.

3.- …los nómadas.
Video: López Pérez, Miguel.

4.- …los de la poli.
Video: López Pérez, Miguel.

5.- …una jota.
Video: López Pérez, Miguel.

6.- …»los lejías»
Video: López Pérez, Miguel.

Reencuentros.

Reencuentro en Calpe (A)
Dos Nomadas de Aargub del 72, reencuentro en el XVI Encuentro Nacional después de 48 años,la foto es en Catell de Guadalet, gracias por este magnifico encuentro, para mi inolvidable, Jordi Dura y Jose Richart.

Reencuentro en Calpe (A)
Después de 46 años, nos volvimos a ver con el compañero y amigo Felipe Signes Signes, la sensación de alegría fue indescriptible. Gracias a los encuentros se dan situaciones como esta, animo a todos los que leáis este escrito, para que en el próximo encuentro aún seamos muchos mas.

Reencuentro en Calpe (A)
Nos encontramos en Calpe comentando unas fotos y resulta que en una estábamos los dos con otros compañeros. Aunque hace 46 años de esto, Daniel no se ha quitado aún su chaqueta chester y la siroquera. Ha sido un reencuentro emotivo. Nos veremos en Santander si localiza a otros 3 artilleros montañeses que estuvimos en Ramix 95 en el Aaiun en 1975.

Reencuentro en Calpe (A)
Herminio Molero y José Maria González.
Uno de Aviación y un poli.

Reencuentro en Calpe (A) 46 años después.
Eduardo Sierra Martin y Joan Serra Congost.

Reencuentro en Calpe (A) 57 años después.
José Antonio Sáenz y José Antonio Trapero, de Cabrerizas.
No se habían visto desde el 31 de octubre de 1964.