Exposición Fotográfica
01.- Destino: el Sáhara. Un capricho del azar

Una vez conocido el lugar de destino, comenzaba la gran aventura. Primero nos

concentraban en algún cuartel cercano a nuestra ciudad o pueblo y luego emprendíamos un viaje agotador. Largos recorridos en trenes, travesías inciertas en barcos insalubres, desembarcos accidentados en costas sin puertos… sólo los que llegaron en los últimos años de presencia en el territorio lo hicieron en aviones militares de transporte.
Y cuando finalmente pisábamos el territorio, el temor ante lo desconocido: la vida militar y el extraño lugar. Otro lenguaje, otras formas de trato, reglas incomprensibles.
Desconcierto e incertidumbre ante aquel enorme cambio en nuestras vidas. Tras los trámites burocráticos y recogida de uniformes, comenzaba para nosotros el periodo de instrucción. Habíamos dejado de ser civiles, éramos militares, pero no del todo. Sólo reclutas, y teníamos por delante un duro aprendizaje.