Exposición Fotográfica
09.- Los malos momentos: días de alarma y riesgo

Los azares de la historia siempre fueron un importante factor de la mili sahariana. También los de la vida cotidiana militar o los personales de cada cual. Aquellos que sirvieron en unas fechas concretas como 1957-1958, o a partir de 1973 hasta 1975, conocieron de cerca esos malos momentos. Padecieron la cruda realidad de la guerra o por lo menos, situaciones muy tensas. Supimos de compañeros muertos o heridos, de acciones de guerra o de hostigamiento, bien por parte de guerrilleros o bien de tropas extranjeras camufladas como tales.
O vivimos una invasión como la Marcha Verde marroquí, o tuvimos que soportar la tensión y la angustia de no saber si se iba a salir ileso de todo aquello. Aparte, la propia vida militar también tenía sus riesgos como accidentes con vehículos, con armas o con explosivos. O los malos tragos debidos a rigideces de los mandos, algunos demasiado ordenancistas, o de agrio carácter. Que los hubo, como también hubo otros de respetuoso recuerdo.
Otro desengaño fue descubrir que había nativos que estaban en contra nuestra. Podíamos comprender que quisieran independizarse, pero no entendíamos el acoso y las manifestaciones en contra de España. Esto provocó la desconfianza hacia los nativos que servían en el Ejército español, a veces justificada y otras veces, no. Para muchos esto fue uno de los peores tragos de su vida militar.