Organización.

Leonardo Palomar Marzo.
Victoriano Redrado Cacho.
Ricardo Ferrer Ainoza.
Pascual Mendiara Sainz.
Carlos González López.
José Luis Mermejo Labrador.

Programa de actividades.

Día 27 Viernes
10:00 horas. Recepción de Veteranos, en el Hotel Boston. Serán recibidos con todos los honores en el Cuerpo de Guardia, situado en el vestíbulo del Hotel.
20:00 horas. Recepción Oficial, en el Ayuntamiento de la Ciudad, siendo recibidos por el Sr. Alcalde o Concejal encargado, en su nombre.
21:30 horas. Cena, en comedor habilitado para participantes en el Encuentro.

Día 28 Sábado
10:00 horas. Visita Palacio de la Aljaferia, sede de las Cortes de Aragón. Desplazamiento en varias tandas, en autocares.
12:00 horas. Traslado hasta la Plaza del Pilar, visita a la Catedral de La Seo, el Pilar y alrededores de la Plaza, nuestro Salón de La Ciudad.
13:30 horas. Traslado hasta el Hotel Boston, lugar de Acuartelamiento.
14:00 horas. Almuerzo, en comedor habilitado para participantes en el Encuentro, que como la cena del día anterior se habrá reservado y concertado con el Hotel. Tarde libre hasta la hora de la Cena de Confraternidad entre Saharianos.
21:00 horas. Cena tan esperada por todos, donde se celebra, después de muchos años, lo que para algunos será encontrarse con compañeros de hace cuarenta años. Durante la cena, se harán entrega de los diferentes reconocimientos y homenajes, así como la actuación de un Grupo de Nuestro Folclore Aragonés.

Día 29 Domingo
Está programada y dependiendo de las personas, que pasen el domingo entre nosotros, una excursión a Tarazona, visitando la Ciudad, su Catedral recientemente restaurada, después de más de veinte años cerrada y todo el Arte mudéjar que inunda esta bonita Localidad Aragonesa. Comeremos en el Hotel «Brujas de Bécquer» de esta ciudad de Tarazona, a continuación nos iremos camino de Zaragoza, pero antes visitaremos el bonito «Monasterio de Veruela» en las faldas del Moncayo. Monasterio Cistercense del siglo XII,

Precio:30 € /persona, (comida, traslado y entrada a la Catedral y Monasterio)
Salida 9:30 horas, previsión de llegada al Hotel 19:00 horas

Vestuario y Uniformidad.

Es deseo de los Organizadores y creemos que de la mayoría de los participantes en los Encuentros Nacionales, que vistamos, con nuestro, digamos “Uniforme Oficial”, es decir el Polo y Gorra, que en su día se diseñó para tal fin. Rogamos, que nos luzcamos uniformados en los actos y visitas que se desarrollen en los diferentes sitios progra mados, en este IX Encuentro por ejemplo, el sábado día 28 las visitas al Palacio de la Aljaferia, Plaza del Pilar y sus alrededores.

¿Aceptáis que sea OBLIGATORIO, EL Polo y Gorra, comentado?

En la Cena de Hermandad, se da la libertad de asistir cada cual con sus mejores Galas, de etiqueta, uniforme de las diferentes Patrullas o Comandos, …como quiera lucirse cada uno. Para nosotros lo ideal sería, el Uniforme yá comentado.

Del vestir de nuestras compañeras, ya veis que nada decimos, ellas con cualquier “trapito”, están guapas y encantadoras.

Y colorín colorado este Encuentro y un bonito fin de semana ha terminado.

Nota: Los horarios pueden sufrir modificación, dependiendo de cuando nos citen los Estamentos Oficiales para las diferentes Recepciones.

Asistentes.

Por Provincias

Álbumes

Álbum 3.- Visita Aljaferia y Basílica del Pilar.

Álbum 6.- Aperitivo, Bailes Regionales y Cena de Hermandad.

Breve reseña de un Encuentro (El Diablo Cojuelo) .

“Cruzando el puente de piedra se oye una brava canción, ya llegan los Veteranos dispuestos a la reunión”

Zaragoza es la última de las ciudades, por el momento, en acoger un Encuentro Nacional de Veteranos del Sahara, la última en el orden de los mismos e incluso alfabéticamente, pero gracias al esfuerzo y al buen hacer de los compañeros Organizadores y su grupo de colaboradores, se ha convertido en la primera de todas. Por haber reunido el mayor número de asistentes y haber canalizado las ilusiones de cuantos al mismo acudimos, por haber de nuevo propiciado la reunión de antiguos compañeros que, tras más de cuatro décadas, pueden volver a fundirse en un abrazo y recordar tiempos pasados, y por haber demostrado la sensibilidad del alma baturra a la hora de recordar a los que nos dejaron, con el merecidísimo homenaje a sus esposas que nos acompañaron en tan entrañable ocasión.
Todo empezó como ya es habitual con la recepción y acogida de los compañeros participantes, aunque muchos ya habíamos la iniciado la jornada viajando en grupo y empezado nuestro particular encuentro horas antes. Los Organizadores, perfectamente coordinados, además de recibirnos con la mejor de sus sonrisas, nos facilitaron credenciales, mapas, regalos y demás “avituallamiento” para la participación en el evento.
Inmediatamente y una vez instalados, los diversos grupos nos esparcimos por la Ciudad, llenando calles y plazas y como no, bares y restaurantes, con el colorido de nuestros atuendos representativos de las diferentes patrullas, y el polo y gorra distintivo de los Veteranos del Sahara. La acogida de los zaragozanos fue extraordinaria, como tendríamos ocasión de comprobar en las múltiples ocasiones en las que deambulamos por sus calles. Había quien nos paraba e interrogaba el porqué de dicho atuendo y otros muchos, que ya estaban enterados por la difusión del Encuentro en los medios de comunicación locales, se animaban a entablar conversación e incluso presentarse como antiguos soldados del Sahara. Todo un cúmulo de sensaciones que se vería acrecentado con la recepción oficial que tendría lugar aquella tarde en la sede del Ayuntamiento de la Ciudad donde, una
nutrida representación de Veteranos, fuimos recibidos y agasajados por parte de las autoridades locales.
Durante el acto y tras unas breves palabras de bienvenida del Primer Teniente de Alcalde, hubo un intercambio de regalos entre la Corporación Municipal y los Organizadores, tras lo cual se sirvió una copa de cava a los asistentes. Una vez acabada la recepción y tras las fotos de rigor, los diversos grupos nos fuimos diseminando por zonas tan emblemáticas como “El Coso” y “El Tubo” a fin de comprobar la calidad de los caldos y los pinchos de la zona. Una vez cumplido este trámite, vuelta al Hotel donde nos esperaba la primera de las multitudinarias sesiones de mesa y mantel. Tras la cena, los diversos grupos se repartieron por las instalaciones del hotel hasta la hora de retirarse a descansar.
Amaneció la mañana del sábado con un cielo cargado de nubes, pero ello no iba a ser impedimento para nuestro disfrute. A la hora previamente fijada nos fuimos trasladando en autocares hasta el Palacio de la Alfajeria, sede de las Cortes de Aragón, una vez allí y en grupos organizados, visitamos sus dependencias y pudimos apreciar lo singular de este emplazamiento. Tras la visita nos dirigimos a la Plaza del Pilar ya que en uno de sus extremos se encuentra la Iglesia de San Juan de los Panetes, en cuya escalinata se iba a realizar la tradicional foto de grupo, pero por la impaciencia de unos y la tardanza de otros, no se pudo hacer con todo el grupo al completo y se fragmento en varias instantáneas, dejando no obstante constancia de nuestra presencia. Posteriormente visita libre a la Basílica del Pilar, La Seo y demás instalaciones próximas, tras lo cual regreso al Hotel para comer todos juntos. Otra vez la multitudinaria y pacifica toma de las instalaciones del Hotel Boston. A la llegada al comedor, fuimos recibidos al son del “Sitio de Zaragoza”, interpretado por un grupo de jóvenes pertenecientes al Conservatorio de Música de Zaragoza.
Tras el almuerzo, un grupo de Veteranos nos dirigimos a visitar la sede de la Academia General Militar, gracias a las gestiones realizadas por nuestro Coronel Albiñana. Una vez allí, fuimos recibidos por sus mandos y nos fueron mostradas gran parte de dichas instalaciones. Fue una interesante visita para todos y muy especialmente para nuestro Coronel Guasch que, con emoción contenida, rememoró sus años de estancia en dicha Academia.
Mientras el resto de los compañeros disfrutaron de la tarde y del tiempo libre que dejó la Organización hasta la hora del coctel previo a la cena. Este se celebró en uno de los salones del Hotel y durante el mismo fuimos deleitados con la actuación de un grupo folclórico aragonés que nos ofreció un variado entremés de jotas y bailes típicos de la zona. Y llego nuestra Cena de Hermandad, el acto central de todos nuestros encuentros, con nuestras esposas y compañeras luciendo sus mejores galas nos dispusimos a acometer la velada nocturna, una velada en la que nos esperaban emociones y sorpresas.
Lo primero fue la entrega por parte de la Organización, de una serie de recuerdos. A Juan Piqueras, una vez mas y a su pesar, como reconocimiento y eterna gratitud por la creación de lo que se ha convertido en el vinculo que nos une y nos aglutina. A Joan Martínez Esquius, por su generosa aportación en forma de Cava con el que contribuye en cada ocasión. Y por último al personal del Hotel, representado en la persona de su Maître, por la colaboración y atenciones recibidas para la realización del Encuentro. Las damas fueron obsequiadas con dulces típicos de la zona y un alfiler de recuerdo, gentileza de los Organizadores y sus colaboradores. A su vez los Veteranos recibieron placas de recuerdo realizadas en una teja de cerámica de Muel, donadas por la Diputación Provincial de Zaragoza.
Los Organizadores aún nos tenían reservada una sorpresa mas y esta venia con una gran carga emocional, la entrega a las viudas de nuestros compañeros desaparecidos, Daniel Pastor, Josep Solé y Manuel Romero de sendos recuerdos. Un torrente de emoción acompañó su recogida y el aplauso general como homenaje y recuerdo a aquellos que como alguien dijo en una ocasión “nos preceden en el camino hacia el ultimo destacamento”.
Tras este emotivo acto llegaron los brindis, por los que allí estábamos y por lo que, por una u otra causa, no nos habían podido acompañar en esta ocasión, dejando constancia de que siempre estarán en nuestro recuerdo. Como viene siendo habitual, dicho brindis lo hicimos levantando nuestras copas de cava, ese cava que graciosamente nos obsequia nuestro compañero y amigo Joan. Tuvimos incluso la oportunidad de celebrar algún que otro Santo y Cumpleaños con tarta y regalos incluidos. Como colofón llegaron las fotos de grupo, por Armas y Cuerpos, por afinidad territorial, etc. etc. y tras ello las despedidas por parte de los que al día siguiente se ponían en
camino a temprana hora, fue llegado el tiempo de tomar una copa con los amigos para poner el broche a tan intenso día.
Aún fueron muchos los que prolongaron el Encuentro al día siguiente, unos participando en la excursión programada a Tarazona, con visita a su Catedral y posterior desplazamiento al Monasterio de Veruela y otros diseminándose de nuevo por Zaragoza para comprar recuerdos y recuperar fuerzas en sus bares y restaurantes.
Como todos los anteriores, ha sido un encuentro lleno de alegría, camarería y compañerismo, donde se ha dado rienda suelta al recuerdo y donde se han producido reencuentros marcados por la emoción y la añoranza. Muchos han sido los nuevos “reclutas” incorporados en lo que el amigo Julio Muñoz denominó, muy acertadamente, “nuestra segunda mili”, esperamos que la experiencia les haya gustado y mantengan la ilusión por estas reuniones.
Para finalizar vaya desde aquí nuestro agradecimiento a todas las personas, Organismos y Entidades que han prestado su colaboración para la realización del Encuentro y como siempre a nuestras esposas y compañeras, por su comprensión y paciencia.
No sabemos el lugar donde se celebrará nuestro X Encuentro, somos conscientes de que el listón ha quedado muy alto, y los próximos tendrán que hacer un gran esfuerzo, aunque no dudamos que lograran su objetivo: satisfacer las ilusiones y esperanzas de sus compañeros.
El IX Encuentro de Veteranos del Sahara ha finalizado y le despedimos agradeciendo una vez más a los Organizadores y a su grupo colaborador su labor abnegada, su trabajo y su dedicación a un fin: lograr unas horas de felicidad al resto de sus compañeros, por eso creo expresar el sentir de todos nosotros con solo dos palabras: Gracias amigos.

Fernando J. de la Cuesta

Un singular encuentro me lleva de nuevo a Zaragoza – Félix Fiaño Fiaño.

Cuarenta y cinco años después de pisar por primera vez Zaragoza, vuelvo de nuevo con el deseo de pasar unos días allí y las ganas de participar en un singular encuentro entre “Veteranos del Sahara” que se va a celebrar en la ciudad, cuya relación más destacada es haber cumplido el periodo del servicio militar en el Sahara.
En el mes de septiembre de 2013, durante los días 27,28 y 29, tiene lugar un encuentro entre aquellos jóvenes que, año tras año (hasta 1975) al incorporarnos de forma forzosa a las filas militares a través de los sucesivos reemplazos y procedentes de las distintas provincias españolas, fuimos destinados al continente africano, concretamente al Sahara, capital el Aaiún, un territorio situado frente a las Islas Canarias, limitado por las fronteras con Marruecos, Argelia y Mauritania y la costa Atlántica, en el que pasamos todo el tiempo que duró la mili, en mi caso, prácticamente dieciséis meses (reemplazo 1964/1965).
El encuentro se viene promoviendo desde hace nueve años a través de una página en internet creada por un tal Joan Piqueras que no sé yo si cuando se le ocurrió la idea, esperaba reuniones tan numerosas, porque este año a pesar de que el contingente va disminuyendo, principalmente por razones de edad o salud, estábamos presentes en torno a los doscientos setenta “veteranos”, aunque si sumamos a las mujeres que nos acompañaban (esposas, compañeras etc.) y que también se sienten parte de aquella historia, podemos contar alrededor de quinientos cincuenta asistentes.
La cita se celebra en el céntrico hotel Boston sito en la calle Camino de las Torres, donde ya a la llegada se respira un cierto aire “Sahariano”, los primeros en llegar visten de color garbanzo, el color predominante de los uniformes y del paisaje de aquel entorno y este detalle ayuda a volver la vista atrás.
Y el caso es que, aunque la mayoría no superamos el escalafón de tropa, la entrada se hace al estilo de gran capitán, así como si la vieja guardia de honor nos estuviera esperando. Y es que no es para menos, después de tantos años, poderse reunir con aquellos que pasamos por aquella particular experiencia, sin ganas de creerse un héroe, sí que es un momento para emocionarse por la satisfacción que se siente al encontrarse con compañeros que, aunque en varios de los casos no se conocen, sí que se da una sintonía recíproca que propicia un ambiente de confianza suficiente como para sentirse un destacado protagonista y dar gracias por haber llegado a este encuentro, no solo por los obstáculos superados hasta aquí, sino también por aquellos otros que pudieron impedir nuestra asistencia. Y, en cuanto a los honores, qué mejor que haber contado con una organización que se ha preocupado de preparar todo lo que lleva consigo el alojamiento, la comida y un montón de detalles con el fin de que el encuentro sea todo un éxito en el sentido de la participación y disfrute de los asistentes para que quede el mejor recuerdo posible, como a mi modo de ver fue.
El primer acto señalado fue la recepción en el Ayuntamiento de la Ciudad, el día veintisiete por la tarde, a cargo de un concejal del consistorio, casualmente, también compañero de fatigas por aquellas tierras llenas de arena y polvo, quien además de darnos la bienvenida, nos dio la oportunidad durante unos minutos de compartir todos juntos un solemne salón del emblemático edificio, así como un ligero picoteo y algo de bebida, todo un gesto de cortesía, hospitalidad y consideración a nuestra visita a una ciudad, referencia de héroes y destacados episodios recogidos en su historia.

En el marco de las visitas hemos contado con el Palacio de la Aljafería, la Basílica de la Virgen del Pilar y los monumentos de su entorno, así como la villa de Tarazona, donde además de conocer su particular casco urbano, hicimos un recorrido por el interior de su catedral y un monasterio cisterciense, en ambos espacios fuimos acompañados de guías especializados. Estas visitas aparte de las que cada uno ha podido incluir en su propio recorrido, porque la verdad es que la ciudad da mucho juego en el aspecto cultural.
LA GRAN CENA.
Como momento central del encuentro estuvo la gran cena en el mismo hotel de alojamiento y en la que no faltaron los vestidos largos ni los trajes propios para la ocasión, aunque también es verdad que había algo de

diversidad porque algunos no estábamos a la altura de las circunstancias. Por lo que tomamos nota para el siguiente y vamos preparando la indumentaria adecuada. Este acto que tuvo como preludio, en un salón contiguo al que después se celebró el banquete, un aperitivo y la actuación de un grupo folclórico de la tierra que hizo las delicias de los presentes con sus cantos y bailes populares (jotas).
En la mesa, aunque el menú fue la parte más visible y, en cierto modo esperado, durante la misma cada uno puso su plato especial que no fue ni más ni menos que su participación en la tertulia que se forma y que siempre está relacionada con las vivencias saharianas. Aquellos recuerdos que aún nos quedan y que revivimos cada uno desde nuestra propia percepción. Y creo que esto es conveniente porque aparte de que siempre puedes escuchar algo nuevo, aun cuando no lo sea, es decir se trate de algo que tú has pasado, gusta escucharlo de los demás para reforzar el recuerdo y no llegar a pensar que fue un sueño, sino una realidad.
Este año he coincidido con compañeros nuevos que sin conocernos de nada hemos charlado mucho de aquellos tiempos y es que, por el mero hecho de saber que todos vivimos experiencias similares en aquel desierto, surge tal espontaneidad que te anima a hablar con autoridad y total libertad. Y en este sentido tengo que decir que no se trata de que seas de un lugar o de otro porque yo soy del centro y este año en momentos diferentes he coincidido con compañeros de Andalucía y Cataluña y en ambos casos la conversación ha sido sumamente agradable e interesante.
Y esto es lo que me ha permitido compartir la misma mesa con el señor Bordas, un hombre al que consideraba un tanto generoso por las fotos que tiene colgadas en la red, pero que no lo reconocí hasta que en el transcurso de la conversación lo descubrí. Creo que además su afición a la fotografía tiene buenas cualidades y, como muestra de buen comunicador, nos sirvió unas interesantes anécdotas militares que hicieron reír a todos.
En la siguiente fotografía se puede ver un recuerdo del acontecimiento, para los Saharianos asistentes, facilitado por la Diputación de Zaragoza, hecho en la antigua y prestigiosa fábrica de cerámica de Muel (Zaragoza) de la que han salido infinidad de figuras de todas clases para diversas partes de España e incluso del extranjero. A su vez se hizo entrega a las compañeras de los Saharianos de una cesta con productos típicos de Aragón.

Durante la cena y ya casi a los postres, vinieron los reconocimientos y homenajes, viviéndose momentos muy emotivos y cargados de emoción.
Los reconocimientos en forma de placas de cristal grabadas fueron para: Hotel Boston , Joan Martinez Esquius y a Juan Piqueras por el 10o Aniversario de la creación de la Página Sahara Mili. Aunque la parte más emotiva como decía antes llegó, con la entrega por parte de los Organizadores, de unas placas a las esposas de unos compañeros fallecidos, Daniel Pastor Soler “Cabo Peladilla”, Josep Solé Gomá y Manuel Romero de la Cuadra “Ducados”.
Este breve resumen de todo lo que para mí ha sido este último encuentro (IX) quiero que se entienda como un pequeño tributo al reconocimiento de la organización del encuentro y a todas aquellas personas e instituciones que han colaborado a la culminación del evento.

Félix Fiaño Fiaño.
Automóviles, Aaiún 1964/1965

In Memorian.

De este IX Encuentro de Veteranos del Sahara, a mi entender el momento más emotivo y cargado de emoción fue el recuerdo a los compañeros recientemente fallecidos, habrá quien se preguntara, ¿hemos tenido este año alguna baja más?, así es, ocurre que con estos tres compañeros se daban unas circunstancias que no ocurrían en los demás y sus esposas demostrando en un acto de valor y serenidad, se inscribieron at Encuentro, algo digno de mención, asícomo el apoyo y cariño demostrado por todo el Colectivo hacia ellas.

JOSEP SOLÉ GOMÁ Artillero del 61/62 destinado en el Aaiún, procedente de Barcelona. Para el Encuentro de Zaragoza tenian prevista la asistencia su esposa e hija, circunstancias de última hora les hizo cancelar sus reservas, las cuales sentimos enormemente. Los motivos que nos movieron a este reconocimiento, fue su gran fuerza de voluntad para asistir al Encuentro de Sevilla, al que asistió, literalmente arrastras, sabiendo desgraciadamente cual era el final. Como persona, el compañero Jesús Palomares que recogió la placa en nombre de su familia, definió a Josep tal y como él fue, un hombre bueno. Descansa en paz Josep, siempre te recordaremos.

Vaya mi Homenaje el cariño y recuerdo para ellos y sus familias. Un beso.

Fernando Fuentes.

Artículos de Prensa

Diario del Alto Aragón. 03 agosto 2013
Los veteranos del Sáhara se reúnen en Zaragoza

Detalles a asistentes y placas agradecimiento.

Placas de recuerdo a los familiares de los fallecidos.

Reencuentros

Reencuentro después de 40 años.
Salvador Espinosa y Basilio López.