“LO QUE DAN DE SÍ 17 MESES”

Es cierto que cada uno cuenta la feria según le fue. Yo que no estuve en esta feria por capricho o elección personal, si intentare contar lo acaecido y el balance que saco.

Etapa 1 (noviembre 1967-enero 1968): Decidí no hacer la IPS y me sometí al veredicto del sorteo en la Caja de Reclutas de Teruel. Primera conmoción personal y familiar al resultar destinado al Sahara. Hacia el 8.1.1968 la docena de reclutas recibimos los pertrechos (manta, petate, plato y cubiertos, provisiones) y marchamos andando hasta la estación del tren. Sobre las 12 horas iniciamos la expedición hasta Valencia, donde estuvimos haciendo tiempo hasta las 8 p.m. en que nos acoplaron en el expreso a Madrid. Parada en Alcázar de San Juan, hacia las 5 horas y búsqueda de una cantina donde calentarnos. Sobre las 16 horas se formo un convoy destino a Cádiz, parando en Linares para degustar los peroles con la cena, Al amanecer arribamos a Cádiz, acomodándonos en una nave de la Avda. Cayetano del Toro, con el suelo y paja por literas. Dos días para hacer reconocimientos y formalizar filiaciones. Y embarque, al son de músicas regionales, en un transbordador; nos ubicamos donde pudimos por pasillos y cubiertas. Al tercer día llegamos a las costas del Sahara, y afortunadamente pudieron acercarse las zodiac; desembarcamos y caminamos hasta el BIR- Cabeza Playa.

Etapa 2 (enero 1968): Estancia en el BIR, que comenzó por el corte de pelo, la cumplimentación en el comedor de los test psicotécnicos y el cambio de vestimenta (después de 10 días). Para mi es el recuerdo mas duro: barracones de madera, playa-letrinas, humedad, ausencia de agua teniendo que lavar en el mar, limpieza de utensilios con arena. En una Compañía nos mezclaron estudiados y analfabetos, a los que ayudábamos a escribir cartas y recibíamos ayuda cuando nos chorizaban la gorra. Destinado en principio al Psicotécnico, mi tabla de salvación fue la visita de captadores de la legión y paracas. Fue el modo de salir de un sitio desagradable, aislado y con un ambiente por obra de veteranos aprovechados y cabos-furrier déspotas. Balance mas bien negativo y buscarse la vida para sobrevivir.

Etapa 3 (febrero 1968-mayo 1969): Cuartel de Sidi-Buya, Tercio Sahariano Don Juan de Austria, III de La Legión. Hasta la Jura e Bandera, instrucción teórica y practica. Pude comparar un mando de Academia (Teniente bisoño, con mas voluntad que entrenamiento para mandar) y un Teniente legionario (curtido desde abajo y bregado en las contiendas de Ifni y El Sahara). Destinado a la 7ª Cía. y luego a la 8ª (Destinos), en la Plana Mayor. Y pase de todo, desde hepatitis (ingresado en mayo-junio en la Sala Avanzada) a operación de apéndice (septiembre 1968). Muchas guardias y refuerzos en polvorines y torres de vigilancia, desfiles y arriadas de bandera, guardias de Cuartel General, etc. Pero también tuve tiempo para investigar (articulo “El proceso de aculturación de la mujer saharaui”, Revista del Instituto de la Opinión Publica, 1970) y escribir un ensayo (“La Psicología al servicio de la captación de nuevos ahorradores”) que presente al Instituto Internacional del Ahorro siendo premiado y publicado. Y atendiendo al servicio en mi destino como Polígrafo, Tuve la ocasión de tomar el te en la jaima del descendiente del chej Ma-il-Inin, quien me trato de convencer sobre una publicación de su ancestro (la cita que hace Julio Caro Baroja en “Estudios saharianos”, la convierte en autoría). Y visite el poblado de Fos-Bucraa, donde pude ver el desatino de los colonizadores: preciosas casitas con corral, donde las cabras estaban en las habitaciones y el corral contenía la jaima. Tuve que aguantar al típico militar “cuadrado”, que me veto para dar una charla a los alumnos del Instituto de Enseñanza Media, y después de licenciarme no autorizo mi encuentro en El Aaiún con responsables de Recursos Humanos de Fos-Bucraa. Pude visitar y disfrutar de las instalaciones del Parador de Turismo, donde almorcé (con la sorpresa de que apareció el Coronel Roji, Jefe de la Policía Territorial, sin duda horrorizados porque un lejía estaba en el comedor con compañía femenina). Disfrute de un permiso (julio 1968), yendo hasta Las Palmas en la Estafeta (un junker de la 2ª Guerra Mundial, reforzado con un tercer motor) donde viaje entre cajas y chatarra. Y en el viaje de licencia, que me pague yo, viaje en avión que hizo escala en Ifni, y coincidí con el General Rodríguez Vega ultimo Gobernador que abandonaba el territorio. Y ya en Madrid, visite al Director General de Plazas y Provincias Africanas, que me ofreció volver a El Aaiún para trabajar en el Gobierno (ja¡¡¡).

Mi balance final: No existen formulas globales (mili obligatoria o ejercito profesional) porque al final todo depende de los recursos existentes y del contexto político-social. Todos aprendemos hasta de lo menos buenos. Reconozco que tuve contacto con todo tipo de personas, que viví disciplina pero no malos tratos. No creo en el buen ismo de los militares-monjas, ni ejercito misionero: siempre el ejercito ayudo de emergencias y catástrofes: riadas de Valencia, rotura de pantano en Zamora, incendios, etc. Y eso requiere orden, disciplina, autoridad. Dicho esto, cuando mi hijo que había terminado veterinaria se planteo hacer la mili, le dije “si no quieres, yo he hecho mili por los dos”, y se declaro objetor haciendo la prestación social. Porque desgraciadamente hemos abocado a una situación donde se da aquello de “en la Feria de Valverde, quien mas apuesta mas pierde”. Reconozco que fui un privilegiado por poder compaginar deber y aficiones, que yo busque y facilite. Lo que si echo de menos fue no haber labrado una red social se amistades y relaciones. En parte mis circunstancias personales no lo han favorecido: nacido en Teruel, viví en Madrid, me desplace a Asturias, estuve en Cádiz y Venezuela. Pude coincidir un par de veces con Prada (de Prada a Tope), en sus negocios de El Bierzo. Y he seguido las noticias de algunos militares con los que coincidí: Capitán Díaz Arcocha, luego Superintendente de la Ertzancha, a quien ETA le coloco una bomba en el coche; Tte. Coronel Víctor Lago Román, luego General, asesinado en Madrid por ETA. El Coronel Fernando Sanjurjo de Carricarte, luego General de la Aerotransportada, y Teniente General; etc.

A todos mi recuerdo, mi gratitud por lo que hicieron o dejaron hacer, y mis mejores deseos para muertos y vivos. Volvería a repetir.

Blasco Sánchez, Baldomero. (AS) 31-07-2016
La Legión, III Tercio
El Aaiún, Sidi Buya. 1968-1969