FESTIVIDADES Y CELEBRACIONES AÑOS 1.971 y 1.972
(En este nuevo relato quiero refrescar la memoria no solamente a los soldados, suboficiales, Oficiales, Jefes….. sino también al conjunto de la sociedad civil, a los paisanos, canarios, familiares de militares, estudiantes….. y especialmente a los saharauis recordando como era el Aaiún -ahora 48 años después- una ciudad VIVA, FESTIVA, ALEGRE, HOSPITALARIA donde convivíamos “fraternalmente” las dos Culturas).

“Fiestas de Otoño/1.971”, en el Aaiún.
Sábado 9-Octubre comenzaron en El Aaiún las “Fiestas de Otoño/1.971” con una programación muy completa repleta de actos y un derroche de jolgorio:
Coronación de la Reina de los Festejos, desfile de carrozas, guiñol internacional para niños, fiesta infantil de disfraces, exposiciones de pintura y fotografía, recital poético-musical, elección Miss Turismo en el Parador Nacional, concurso de ganado, promoción y exaltación del pinchito saharaui, pruebas de natación en la piscina General Argulla, concurso hípico, carrera de cintas en bicicleta y todos los días verbenas populares en el Real de la Feria y fuegos artificiales. Fue una semana para enmarcar y aunque yo por precaución había dejado de escribir en mi agenda-diario los acontecimientos más destacados, con cierta nostalgia aún los recuerdo.

“I Viaje a la Meca”.
En el Otoño/1-971 (19, 20 y 21 Noviembre) con motivo de celebrarse la fiesta de “Aid el Sequir” el Gobierno español, para tener contentos a los nobles saharauis, organizó un viaje para peregrinar a los lugares sagrados de La Meca. Invitó a 80 musulmanes (Chej, Chiuj, notables y enchufados) a realizar este viaje y así cumplir con los preceptos de su religión (En el mundo hay unos 1.500 millones que practican la religión musulmana). A su regreso, mis jefes me mandaron ir al Aeropuerto a recibir a los peregrinos y captar cuantas impresiones e imágenes mereciese anotar.

No hubo nada anormal, más bien todo lo contrario: pancartas de bienvenida, cantos, sonidos de “tbel” (tambor) y “Esgant /Isgarrit /Inxil” (grito de júbilo que emiten las mujeres moviendo y vibrando la lengua); sus gentes, sus familiares, llevaban los vestidos de gala y cuando aterrizo el “Caravelle” de Iberia y los afortunados peregrinos bajaron por la escalerilla con los brazos en alto en gesto de saludo, la pista se inundó de fieles seguidores para intentar tocarlos y besar sus ropas. Sonó la música y los camellos echados se alzaron al grito de sus jinetes, iniciándose un vistoso y bello desfile, después se desplazaron al centro de la ciudad donde se habían levantado unas haimas decoradas con coloridas alfombras para recibir a estos hombres “santos”, estos hermanos “religiosos” cuyo semblante reflejaban una fe ciega en Alá.

NAVIDAD.-/1.971.
Sin apenas darme cuenta llegó la Navidad. Si en la Península la Noche Buena tiene el significado especial de reunirse todos los miembros de la familia y sentarse en torno a la misma mesa, aquí no se iba a dar este caso, teníamos otra “gran familia” formada por todos los compañeros del Cuartel General, volcados y unidos todos, para mitigar nostalgias y todo saliera estupendo. La cena, como todos los días, fue cocinada en los fogones del Regimiento Mixto de Ingenieros y personalmente a mí me pareció un menú bastante acertado para dicha celebración.
Serían aproximadamente las 21 h., cuando ya sentados entorno a las mesas, una visita inesperada irrumpió el comedor, era la del Gobernador General del Sahara, D. Fernando de Santiago y Díaz de Mendivil y toda la Jefatura del Alto Estado Mayor que nos venían a felicitar las Pascual, uno a uno fueron estrechando la mano y deseándonos una feliz Navidad, cuando se aproximó cerca de donde yo estaba se extrañó que fuera de paisano pero muy sigilosamente preguntó al Capitán Jefe de día:
– Y estos vestidos de civiles ¿Quiénes son?
– Son los del servicio secreto. Le respondió
A continuación el Alto Mando, al mismo tiempo que extendía su mano, con cortesía y diplomacia me preguntó:
– ¿Qué tal le va?
– ¡Muy bien, mi General!, le contesté.
(Abro paréntesis para reflejar que unos meses después fui su MECANOGRAFO personal pasando a máquina de escribir los documentos titulados EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN POLÍTICA del SAHARA ESPAÑOL, dirigidos al Ministro del Interior, Excmo. Sr. D. GREGORIO LÓPEZ BRAVO).
La cena en su conjunto y para mi gusto estuvo de notable, pero al General no le dio esa puntuación, al salir de su billetera sacó 15.000 Pts. ¿De aguinaldo? y las dejó para comprar 2 jamones y comerlos a su salud en la cena de la noche de fin de año.
Finalizados los postres, el turrón y los brindis con champagne continuamos la velada desplazándonos al Casino de Oficiales, esa noche estaba cerrado para sus asociados, salvo para los empleados (camareros, cocineros, músicos, enlaces…) y nosotros (los agentes del servicio secreto), con gran armonía cantamos villancicos y bebimos más cava, a eso de media noche formamos una orquesta-rondalla con los músicos (acordeón, saxofones, clarinete, timbal, caja de batería, guitarras clásicas, botellas de anís con mango metálico, etc.) y tocando nos dirigimos a la Barriada de Colominas, en dicho barrio vivían casi todos los militares de graduación (Comandantes, Capitanes, Tenientes …..) Muy al estilo de los Tunos aunque con otro repertorio, fuimos rondando casa por casa para amenizar esa noche tan entrañable, en todos los hogares fuimos muy bien recibidos abriéndonos sus puertas y felicitándonos la Navidad, ofreciéndonos pastas, mazapanes, turrones y licores variados.
La tarde del 31-Dicbre.-1.971 la recuerdo como especial por haberla pasado en la playa de Cabrerizas disfrutando de un clima estupendo y tomando un baño (o varios) en las aguas del O. Atlántico hasta la puesta del sol; a las 20 h. monté en la última “gua-gua” que me acercaría a El Aaiún y allí reunirme con todos los camaradas del Cuartel General. La Noche Vieja fue un calco de la Noche Buena, pero con el aliciente en el menú haber incorporado los dos jamones pagados por el General. Después de una cena muy variada y fraternal, nuevamente al Casino de Oficiales a montar nuestro número y en sus salones tomarnos las uvas de rigor al son de las 12 campanadas, brindis con champagne y nuevamente organizamos la rondalla y salimos a la calle para dar la bienvenida al Nuevo Año, curiosamente todos los coches o taxis que circulaban en el recién estrenado año, hacían sonar sus cláxones de una forma muy llamativa y ruidosa.

“LA PASCUA GRANDE”: AID EL QUEBIR.
Los días 27, 28 y 29 de Enero/1.972 se celebró “La Pascua Grande” AID EL QUEBIR, la fiesta más importante del calendario musulmán, su origen data de la época de Abraham, durante esos tres días los saharauis se ponen las mejores galas, todo el mundo reza y se perdonan sus faltas unos a otros, si por naturaleza son generosos y hospitalarios durante esos días aun lo son más invitando a familiares y amigos. Deben de cumplir con la obligación de matar un chivo, o una cabra, o un cordero. El primer día “El Aid” el más importante, fui invitado juntamente con mi compañero Jaime a compartir su hogar, su comida y participar en su fiesta, nos aposentamos en sus alfombras y esteras para degustar un exquisito cordero, todo discurrió estupendamente, pero mientas comíamos nuestro anfitrión con gran educación y sorpresa para mí, dijo una frase que explicaba el papel de la mujer, al menos en aquellos tiempos, sus palabras textuales fueron las siguientes:
– “No es necesario que rebañeis los huesos que luego tienen que comer las mujeres.”
La verdad que no me atreví a hacer ningún comentario, pero yo todo un experto en temas y costumbres musulmanas no me extrañó, fue una frases que no he olvidado y en cierta forma resumía el poco valor de la mujer en su sociedad, incluyendo a sus esposas e hijas (su religión les permitía tener hasta cuatro).
Después de unos eructos, (formaba parte de dar las gracias), unos dátiles de postre y los tres tés reglamentarios, entre sorbo y sorbo nos fumamos una cachimba.

BAUTIZO.-
El 6/Setbre./1.972 Mohamed Fadel Ali, el guardaespaldas del General, de la P.T., había tenido su primer hijo, éste invitó a su Jefe, el General D. Fernando de Santiago y Díaz de Mendivil a que asistiera al bautizo (a la fiesta), el Gral. muy diplomático se excusó diciendo que en su agenda de trabajo esa tarde la tenía comprometida pero si le parecía bien en su nombre le representara J. Vicente. Como también existía cierto compañerismo y amistad entre Fadel y yo, a éste le pareció bien, además así la fiesta sería más amena, más relajada, más divertida y sin tanto rigor ni protocolo. Acepté de buen gusto y el General me hizo entrega de un juego de colonia, polvos de talco y patucos para regalar al primogénito.
Mi amigo Fadel vivía en la Barriada de Hata-Rambla en las “Casas de Piedra” unas edificaciones muy simples donde todavía no había llegado la luz, ni el agua corriente, ni el alcantarillado. A las 20 h. todavía con luz solar, estaba previsto comenzar la celebración y todos los invitados fuimos puntuales, al entrar en la casa observé que la velada iba a ser muy concurrida por la cantidad de calzado depositado cerca de 40 pares entre zapatos, babuchas, nailas ………
Me recibió mi “colega”, el padre de la criatura, le felicité y le di la enhorabuena en nombre del General y en el mío propio, le hice entrega del obsequio y con cierta cortesía mencioné que me gustaría testimoniar el feliz alumbramiento a la madre del bebe, éste me respondió con una evasiva diciendo que las mujeres lo estaban celebrando aparte y que el acontecimiento era exclusivamente para varones. Me hizo pasar dentro de la estancia y me presentó a su hermano (tío del recién nacido) a este familiar le faltaban las manos pero con gran presteza con un esenciero me ducho literalmente de colonia de la cabeza a los pies. Un detalle me llamó poderosamente la atención y es que en aquel amplio salón donde no había ningún tipo de muebles salvo las esterillas, las alfombras y los cojines en el suelo, colgara en un muro de la pared un solo cuadro con la foto del Presidente de Egipto.
Nos fueron acomodando sentándonos en el suelo y procurando estar intercalados, es decir, africano/europeo, cómodamente instalados respirando un profundo y penetrante olor a sándalo nos sirvieron como aperitivo-entrante los tres tés reglamentario y mientras los saboreamos vino el lavado de manos, no sé si para purificarnos o como medida higiénica, ya que no se iban a utilizar cubiertos: ni cuchillos, ni tenedores,…… Mientras consumíamos los tres tés nos ofrecieron un trozo de sebo –manteca blanca- (que hacía de plato) y encima de aquella sólida grasa media docena de trocitos de carne cruda que los europeos ignorábamos de qué se trataba. Alguien preguntó y el anfitrión respondió:
– Son las vísceras nobles del animal (corazón, riñones, hígado, lengua) ¡Comedlo con total garantía!.
Con valor de legionario (o de Bilbao) tomé uno de aquellos trocitos como “dados” acompañándolo con un poco de sebo-graso y comencé a masticar, pero imposible tragar, así que muy discretamente con la manteca sobrante la fui calentando y amasándola con el dedo pulgar como si fuera “plastilina” (o cera) y cuando estuvo bien extendida hice un envoltorio (como una empanadilla) y en su interior oculté los trozos que no había probado más el “bolo” que guardaba en la boca y que no había tragado, guardándolo dentro del pañuelo en el bolsillo. No fue de extrañar que algunos de los europeos menos astutos, tuvieran que salir a la calle con arcadas o vomitar.
Después vino el plato principal, 2 cabras bien asadas y doraditas. (Recuerdo una anécdota que decía que las cabras del Sahara eran las más ilustradas y es que al no haber pastos, estas se alimentaban de papel de periódico, papel-prensa-revistas: “su manjar preferido” por lo tanto se suponía que estaban bien informadas).
Las sirvieron enteras y como no había cuchillos se troceaban a tirón, desgarrándolas y tronchando por las articulaciones, yo ñoño de mí que no tenía fuerzas para obtener un buen botín, tuvo que ser el compañero saharaui de al lado quien me ofreció una suculenta tajada, el último plato fue “tallín” con uvas y dátiles de postre.
A continuación como en el banquete de las Bodas de Canaán (y no porque se sirviera vino–estaba prohibido- el alcohol) llegó la parte más importante de la fiesta, las canciones, el baile. Entre los invitados había miembros que pertenecían al Grupo Folklórico de Coros y Danzas del Aaiún, eran amigos de Fadel y organizaron el espectáculo más bello que jamás había contemplado. Iluminados por velas y faroles y rodeados de instrumentos propiamente musulmanes: “tambores, bongos, panderos, panderetas, flauta, bandejas…..” se inició la juerga con canciones y bailes típicamente saharauis pero también se combinó con otras danzas como la “tzerbila” originaria del Senegal, aunque a mí personalmente de todo el repertorio lo que más me gustó fue “el baile de la avestruz” con melodía “agasar” de la Mauritania, el bailarín se ata el turbante a la cintura y a los muslos resaltando un “culo respingón” imitando los movimientos del avestruz macho cuando ronda a la hembra. Las mujeres instaladas en una habitación contigua, sin presencia física, colaboraban lanzando el grito “inxid” (agitando y vibrando la lengua).
Mientras degustábamos otras sesiones de tés, nosotros los europeos (había invitados directivos de FOS-BUCRAA de diferentes nacionalidades) participábamos acompañando con palmas o haciendo ruido rítmico golpeando algún utensilio que había a nuestro alrededor. En total fueron 5 horas inolvidables donde brillo con luz propia la hospitalidad, la generosidad, la amabilidad, la admiración y el trato que se nos dispensó.

Martínez Del Pino, José Vicente. (Z) 10-09-2017
Ingenieros.
El Aaiún. 1971-1972

NOTA.- Acompaño una serie de fotos personales (Album nº 71.057) sobre lo relatado anteriormente, con una aclaración: yo, en el Aaiún, fui un soldado “sin enchufe”  que ocupé y desarrollé un puesto por meritos propios.


Otros relatos del mismo autor:
Relato 099.- “ANÉCDOTAS REEMPLAZO R/70-3º.- B.I.R. 1, V COMPAÑIA BARRACON 55”
Relato 100.- “MIS PRIMERAS: ’50 HORAS DE MILI’ “
Relato 101.- “AGENTE SECRETO”
Relato 107.- “EXCURSIÓN A FOS-BUCRAA”
Relato 108.- “VIAJAR EN EL TIEMPO ‘MAYO DE 1957’ ”
Relato 110.- “16-AGOSTO-1.972 Y 17-AGOSTO-2.017”
Relato 114.- “UNA PROVINCIA ESPAÑOLA CON NOMBRE DE MUJER”
Relato 116.- “FESTIVIDADES Y CELEBRACIONES AÑOS 1.971 y 1.972”
Relato 119.- “LA NOCHEBUENA DE LOS SIN TECHO”
Relato 120.- «EL FARERO»