Reflexiones sobre el recuerdo de nuestra estancia en el Sáhara

Carta abierta

Queridos compañeros:
Si, digo «queridos compañeros», porque bien creo que todos aquellos que tuvimos la oportunidad de permanecer en África Occidental Española (Ifni y Sahara) podemos aplicarnos el calificativo de compañero. Si «compañeros», porque aunque no coincidiéramos en la época o en el destino, tuvimos un elemento común EL DESIERTO DEL SAHARA, esa gran escuela y universidad al mismo tiempo, que sin aulas ni espacios académicos, de las que tanto aprendimos y descubrimos, tanto en la vertiente humana como en las de experiencias y conocimientos. Yo personalmente, creo que fue una época de vivir una experiencia inolvidable, que nunca pensé en vivir y que ahora con el paso de los años me considero compensado el sacrificio realizado. También respeto a aquellos que sus experiencias en dicho territorio les haya formado un DESEO DE OLVIDO de aquella época, lo lamento. La vida se vive y hay que aprovechar todos los momentos y tratar de sacar partido positivo hasta de los momentos no deseados. Nadie pidió ir allí, fuimos obligados, no quedó mas remedio. Unos regresamos con muchos recuerdos y nostalgias que hoy todavía perduran, para muestra esa página web, otros con menos, pero algo nos llevamos de aquellas tierras en nuestros recuerdos. Algunos incluso dejaron la vida, mi recuerdo especial para ellos.
Desde que descubrí la web (que buena idea Juan!) forma parte de mi vida. No hay día que no la consulte y todo, todo, todo, me parece interesante. En ocasiones me emociono. Creo que parte de mi sensibilidad, es precisamente es algo que me lleve de aquella tierra.
Un saludo

Castellví Prats, Ramón.


«ESTAMOS HACIENDO HISTORIA»

Después de mi carta abierta, deseo complementarla con la presente, que en realidad es el objetivo final de mi reflexión.
Lo he titulado «Estamos haciendo historia» ( en realidad la historia ya la escribimos en su día, ahora lo que hacemos es recordarla, porque si la historia no se recuerda no sirve para nada) y en realidad quien la recuerda es Juan Piqueras con su web y los demás le ayudamos en lo que buenamente aportamos.
Con este título voy a expresar mi opinión, que aunque no me la ha pedido nadie, creo que será reflexiva y reflejará una realidad que creo que no se ha tratado con el reconocimiento que debería haber tenido.
El servicio militar OBLIGATORIO en África Occidental Española no era tan cómodo como el realizado en la península (proximidad de la familia y seres queridos, permisos, fines de semana, paseos y distracciones en entornos habituales, pases pernoctas, etc.)pero si era mas SANO, mas SINCERO evitando envidias y fomentando ese compañerismo que todavía nos dura ( hay muchos compañeros intentando localizar amigos de aquella época por mediación de la web).Allí nuestra única familia era el compañero, para lo bueno, las alegrías, y para lo malo, los desánimos. Precisamente esa diferencia creo que es NUESTRO MERITO, mérito del que somos únicos y afortunados poseedores. Olvidados por todos los gobiernos democráticos habidos. ¿Y porqué esos gobiernos no han reconocido el mérito de esa «muchachada» que sacrificó un o unos años de sus vidas en la misión de representar a España en esas colonias?, pues sencillamente porque lo que nosotros hicimos bien con nuestra comprensión y afecto por sus habitantes y su territorio, esos gobiernos hicieron mal, abandonando al noble pueblo saharaui a su suerte y sin ningún miramiento. EL PUEBLO SAHARAUI SABE DISTINGUIR ENTRE ESOS SOLDADOS O MILITARES NOBLES Y LOS GOBIERNOS QUE LES DIERON LA ESPALDA.
Todo lo anteriormente expresado, es la base para la conclusión de que ESTAMOS HACIENDO HISTORIA. ¿Como?, pues con esa lluvia de fotografías y comentarios con que inundamos a Juan Piqueras (!que gran labor realizas Juan¡)y que con la página web creada por él, es un testimonio de UN TERRITORIO, SUS HABITANTES Y DE TODOS LOS QUE TUVIMOS EL HONOR DE CONOCERLOS, !CUANTO APRENDIMOS¡ todavía nos duran sus enseñanzas. Que nuestros hijos viendo esas fotografías sepan apreciar lo que es el sacrificio y el valor que pueden llegar a tener las cosas. Eso último solo se aprende cuando se carece de ellas.
Un abrazo y a seguir aportando, es nuestro deber, tanta experiencia no se puede perder sin dejar huella

Castellví Prats, Ramón. (B.) 20-07-2004
Cía. de Mar.
Cabeza Playa. 1971-1972


Otros relatos del mismo autor:
Relato 007.- “ESTAMOS HACIENDO HISTORIA”
Relato 011.- “COMPAÑÍA DE MAR DEL SÁHARA”